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Medio siglo de Bringing it all back home, grabado en apenas tres días en los Columbia Recording Studios de Nueva York. Quinto álbum del enjuto hombre de Minnesota, llamado Bob Dylan, alias, Robert Zimmenan. La primera incursión de Dylan en el Rock y que marca un antes
, un después en su arrolladora carrera.
Con este
disco, se adentra en los pantanosos terrenos del surrealismo y la abstracción en el terreno, tratamiento de los textos. La labor en la producción fue encomendada a Tom Wilson (Simon & Garfunkel, The Mothers of Invention, The Velvet Underground, Sun RA, Cecil Taylor, entre
otros) y que supo captar con gran claridad lo que Dylan pretendía con este salto cuantitativo, arriesgado, pero necesario en/para
su carrera.
No hubo ensayos y fueron muy pocas tomas las que requirió la grabación. Todo fue muy intuitivo, mágico. Todos los músicos estaban entusiasmados, abducidos por el embrujo de la propuesta de Dylan, que en ocasiones se sentaba al piano y les indicaba lo que cada momento requería y como
piezas de un complejo rompe-cabezas todo emergía con un magia delirante.
La portada también muestra, esconde detalles, siempre curiosos, como todo lo que rodea a Dylan, que aparece con su gato llamada «Rolling Stone», Sally, la sofisticada mujer situada en un segundo plano era la mujer de su representante, Albert Grossman. La portada de anterior álbum, Another side of Bob Dylan aparece al fondo, como algo superado para
siempre. Encima de la mesa diferentes objetos, destacando algunas portadas de vinilos, Robert Johnson, Ravi Shankar, The Impresions, Lotte Lenya. Esclarecedores puntos de referencia.
Sin duda alguna este es uno de los discos más importantes de la Historia de la Música Popular. Dylan le puso rigor, texto al R´n´R.
Impresionante la magia que siempre ha destilado Bob Dylan.
Una de las cosas que más me llama la atención es que con tan solo 22 años tuviese tan firmes sus convicciones, su forma de ver el mundo, yo a esa edad estaba todavía aprendiendo a sonarme los mocos y no tengo claro si con el paso del tiempo he aprendido, todavía uso la manga de vez en cuando.
Admiro profundamente a Bob Dylan como admiro a esas mentes privilegiadas que llevan la creación en las venas como algo natural, pero no les envidio, tener tan clara la forma de llegar a la magia debe conllevar mucha soledad.
Un AbrazáBolo
Ramón Arbe
GENIALLLLLL!!! 😇☺😃😁😀
Estimado Bolo, me encantó esta entrada sobre el gran Bob Dylan y ese, estoy de acuerdo, gran disco. Solo una cosita: se te escapó una errata en su verdadero nombre, que era Robert (Allen) Zimmerman (no Zimmenan). Abrazo.